Niños impulsivos. ¿Qué hacer desde el árbol genealógico?

21.08.2023

Buscaremos al ancestro demasiado prudente y al que cometió un gran error

"¡No cruces! ¿Pero cuántas veces se lo tengo que decir? Este niño, ¿es que no puede pensar un segundo antes de actuar?"

Si te resulta familiar, entonces ya sabrás que tu hijo o hija muestra un exceso de impulsividad. Le viene, lo hace. No hay más. Puede entonces tener episodios de agresividad o de accidentes producto de su falta de inhibición.

Pero, ¿por qué?, ¿cómo lo cambiamos? En este artículo descubrirás si la conducta de tu hijo o hija tiene un vínculo subconsciente con un antepasado o antepasada. Una rama de la ciencia, la epigenética, demuestra que este vínculo existe.

El cambio en ese vínculo llevaría a un menor riesgo de accidentes, menor agresividad e incluso más equilibrio en la inquietud o en la hiperlocuacidad. No confundamos impulsivo con espontáneo. La espontaneidad es una cualidad maravillosa presente en la mayoría de los niños.

Lo llamaban prudencia, pero era miedo

Vamos a buscar en primer lugar en el árbol genealógico el o la antepasado que era excesivamente prudente. Hasta el punto de entrar en una relación de obediencia y silencio que, probablemente le hizo sentir que no vivió su vida. Piensa en tus abuelas, tal vez tus bisabuelas... Por supuesto también puede ser un abuelo. ¿La encuentras, lo encuentras?

Si es así, tu hijo o hija estaría ejercitando inconscientemente lo que se conoce en el estudio transgeneracional como "reparación". Es como si el subconsciente del niño estuviera diciendo: "no te preocupes abuela, como tú nunca seguiste tu impulso yo sí lo haré".

En la terapia, que se realiza con el progenitor vinculado a ese ancestro y no con el niño o niña, conectaríamos además con la historia de infancia de esa abuela, en la que la emoción más limitante será probablemente el miedo: experiencias de violencia, guerra, muerte, etc.

El error que arruinó su vida

Como resonancia en el propio árbol o en el de la pareja probablemente encontremos la historia del gran error: un gran error del que alguien se arrepintió toda su vida.

Hablamos de vivencias como embarazo no deseado, arrepentimiento tras casarse, decisión que acabó con un negocio, adicción al juego, grave accidente, etc.

Esto será la confirmación de que tenemos en el árbol un programa de impulsividad (y gran error) versus exceso de prudencia (para evitar el error). No será difícil que encuentres otros miembros del árbol que vibran en este programa. Unos en una polaridad, otros en la otra. Puedes pintar tu árbol genealógico y marcar con un "+" o un "-" a cada uno.

Esta tendencia puede, en otros miembros, tomar la forma de miedo al cambio, exceso de negatividad, o perfeccionismo. A un nivel más profundo, encontraríamos creencias limitantes como "soy nadie", "soy nada", "no existo" o "soy un problema".

Por ejemplo, una niña (hoy abuela) nacida de un embarazo no deseado en la mitad del siglo XX probablemente lleve la creencia inconsciente "soy un problema".

¿Cómo cambiamos esta información?

De esto va el transgeneracional: de información. La información subconsciente que lleva el niño o la niña. Recibamos entonces el primer regalo de este enfoque: no es culpa tuya. Sin embargo, sí puedes hacer algo.

Normalmente en un trabajo terapéutico de entre una y tres sesiones se modifica la información del ancestro en el sistema familiar. Este trabajo lo realizan uno de los progenitores o los dos, en consulta online o presencial, y el cambio en la fidelidad familiar se extiende a todo el sistema y por ello a los niños. Recuerda, los niños son "esponjas".

Como el cambio se extiende a todo el sistema subconsciente familiar, indirectamente se está ayudando también a otros miembros como papá, mamá, tíos o abuelos.


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