¿Tienes un pequeño 'Hulk' en casa? Sana el proyecto sentido

08.09.2023

Las expectativas inconscientes de los padres asociadas al nacimiento influyen en las conductas desafiantes

¡Tú en mi no mandas! Esta sería una frase habitual en un niño desafiante, incluso ya con 4 o 5 años.

Estos niños también discuten con facilidad, rehúsan cumplir sus obligaciones y pueden molestar a otros deliberadamente, entre otros síntomas.

Mi descubrimiento es que la comprensión del llamado 'proyecto sentido' de los padres y una terapia que les ayude a transformarlo trae varios beneficios para los niños y a nivel familiar.

El proyecto sentido hace alusión a las expectativas inconscientes de los padres alrededor del nacimiento. ¿Para qué viene este o esta bebé?

Entendiendo al niño desafiante

Primero, entendamos mejor a estos "pequeños volcanes". Según Javier Estévez, uno de los psicólogos con más experiencia en España en la atención a familias con un niño desafiante, estos no necesitan 'mano dura' sino todo lo contrario: amor incondicional.

La conducta desafiante, según Estévez, surge por una interpretación del cerebro arcaico de que se han perdido los referentes y la vida es una lucha. Para sanar, estos niños o niñas necesitan percibir que son una prioridad para sus padres, incluso "portándose mal". De esta forma el estrés en su cerebro baja y su comportamiento mejora.

¿Por qué es importante el proyecto sentido?

Como he avanzado, el proyecto sentido es la influencia en la vida de una persona de las expectativas inconscientes que los padres ponen en su nacimiento. Se baraja un período amplio que va desde un año antes de la concepción a un año tras el parto.

El psicólogo francés Marc Fréchet creó el término y el psiquiatra Salomon Sellam lo desarrolló posteriormente.

Por ejemplo, una pareja con problemas puede tener un bebé esperando que el nacimiento les una, o podrían haber perdido un niño y concebir rápidamente otro con una idea de sustitución (hijo de reemplazo). Hace no tantos años, muchas parejas esperaban que la última niña no se casara para cuidarles en la vejez.

¿Cómo puede recibir esto un niño o niña? Está claro que no como amor incondicional, ya que a nivel inconsciente nace marcado por una condición: "naces para esto". Esto dispara automáticamente una rebeldía pero, al no poder contactar con ella, esa rebeldía es "actuada" en situaciones del día a día. Esa rebeldía de fondo está diciendo: ¡quiéreme por mi mismo!

Veamos otro ejemplo: Una pareja tiene ya dos hijas y conciben un tercer bebé con el deseo inconsciente de que sea un varón, algo totalmente comprensible.

Pero si ese nuevo bebé es también una mujer, a nivel subconsciente esta niña va a llevar la terrible frustración de no ser lo que esperaban, algo realmente injusto ya que, ¿pudo ella elegir su sexo? En este caso existe además otro problema: esta expectativa no se puede cumplir.

La decepción que esta niña percibe en sus papás (recordemos, los niños son esponjas) está muy lejos del amor incondicional que necesita. Según el enfoque de Javier Estévez, una de sus salidas será anular la tristeza y exacerbar la rabia, y ya tenemos a una rebelde "sin causa".

Aunque no se desarrollan en este artículo, otras posibles adaptaciones de esa niña serían el desear cambiar de sexo y la sumisión total. La conducta desafiante y la sumisión total (por ejemplo aceptar el maltrato o la manipulación sin resistencia) son algo así como las dos caras de la misma moneda.

Yo no nací para salvarte, mamá

Podemos llegar más lejos y encontrar un línea sistémica. Si la niña de los párrafos anteriores (la tercera de tres chicas) más adelante en su vida se hace mamá, es más que probable que ella desee también prioritariamente un varón. Así podrá presentar a su hijo ante sus padres con un sentido inconsciente de reparación: "aquí está el niño que yo no pude ser".

Incluso teniendo en este caso el bebé el sexo esperado, existe a nivel inconsciente una especie de mercantilización. El niño percibe que no tiene un valor en sí mismo, sino como estrategia para sanar la herida de mamá. A nivel íntimo existirán ideas de utilización o de traición, ya que el niño necesita saber que mamá está ahí para él, no él para mamá.

Estas dinámicas son bastante comprensibles, pero es necesaria una toma de conciencia y una reelaboración del proyecto sentido por parte de cada uno de los progenitores para impulsar al niño o niña hacia el equilibrio. 

Habría que añadir los programas heredados del árbol genealógico. En niños desafiantes vamos a encontrar memorias de falta de identidad, sumisión y dinámicas familiares del tipo 'triángulo de Karpman' (perseguidor, víctima, salvador). El cambio interior en estos programas traerá varios beneficios a varios niveles y para todos los integrantes de la familia.


Puedo ayudarte a descubrir y cambiar tu proyecto sentido o las memorias de tu árbol para que tu hijo o hija se relaje o se revalorice. ¡Consúltame sin compromiso!


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